viernes, 16 de febrero de 2018

Cuidar el corazón



¿Se puede cuidar el corazón?

La respuesta es definitivamente sí. Aunque sabemos que ciertas enfermedades del corazón son heredadas o adquiridas en el momento de nacer, ciertos factores externos ayudan a su desarrollo. En especial la cardiopatía isquémica, en gran parte de los casos sucede por no cuidar ciertos factores de riesgo como puede ser el colesterol, el azúcar en la sangre o el peso.

¿Cómo de importantes son nuestros hábitos de vida a la hora de cuidar nuestro corazón?

Son fundamentales. Siendo precisos, necesitamos en primer lugar hacer actividad física dirigida, recomendándose ejercicio al menos tres días a la semana. El tabaco por otra parte es el mayor factor de riesgo evitable en el desarrollo de enfermedades del corazón. Una dieta adecuada y un régimen de vida saludable son los otros dos pilares básicos para evitar las enfermedades cardiovasculares.

¿Cuáles son sus recomendaciones como cardióloga?

Siempre les digo a los pacientes que llevar una vida activa proporciona bienestar emocional y físico. También recomiendo el acomodar nuestra dieta a la tan conocida dieta mediterránea que tantos beneficios aporta, y si es posible, engancharse a algún deporte que les guste.

¿Cree que nuestro ritmo de vida ha mejorado nuestras dolencias cardíacas o al contrario?

A pesar de que la población cada vez se encuentra más concienciada de lo importante que es cuidar nuestro corazón, el ritmo de vida actual y en especial el estrés laboral contribuye a desencadenar problemas cardiacos subyacentes. En muchos casos, son los propios pacientes los que achacan sus síntomas a una vida estresante, en muchas ocasiones difícil de cambiar.

¿Un enfermo de corazón, lo es de por vida?

Ciertas enfermedades cardiacas son curables con tratamientos específicos; en otras ocasiones, como la cardiopatía isquémica crónica, no lo son y el paciente debe adaptar su vida a ello. Esto no quiere decir que deban llevar una vida sedentaria ni mucho menos. De hecho, la rehabilitación cardiaca y la actividad física han demostrado ser una herramienta para acondicionar al corazón en este tipo de enfermedades.



Entrevista realizada a Dra. Elena Tundidor, Cardióloga Hospital de la Reina


jueves, 1 de febrero de 2018

Los Acúfenos


¿Qué son?

Los acúfenos o tinutus consisten en la percepción auditiva de sonidos  sin que ninguna fuente externa  los produzca.

Son un síntoma muy frecuente y cada día muchas personas acuden a la consulta de otorrinolaringología en búsqueda de una cura para éstos “chasquidos”, “pitidos” “zumbidos” etc…

¿Qué los provoca?

Las causas de los acúfenos son múltiples, van desde cosas tan simples como un tapón de cera, infecciones o en raras ocasiones tumores del nervio auditivo. Con mucha frecuencia se relacionan con pérdida auditiva ya sea por exposición a ruidos fuertes (trabajadores de fábricas, minas, músicos) o al deterioro funcional que viene con los años (presbiacusia).  Ocasionalmente algunos problemas no asociados con el oído pueden causar acúfenos como un trauma cefálico, los trastornos de la columna cervical (cuello) o de la articulación temporomandibular (la mandíbula). También los acúfenos pueden ser causados por enfermedades cardiovasculares, alergias, alteraciones tiroideas, prediabetes, déficit de minerales como magnesio,  zinc o vitaminas del grupo B, fijación por otosclerosis de los huesos del oído medio, o como efecto adverso de algunos medicamentos.

¿Es grave tener acúfenos?

Muchos pacientes acuden preocupados, porque ven su ritmo de vida cambiado por los acúfenos, no pueden dormir, tienen problemas de concentración, sienten preocupación, miedo,  ansiedad; si además tienen pérdida auditiva, el acúfeno limita aún más su capacidad de comunicación. Otros piensan  que puedan tener alguna enfermedad grave, que están locos, que se quedaran sordos o que tienen un tumor. Es importante que toda persona con acúfenos que persista por más de dos o tres  meses acuda a una consulta especializada; Los acúfenos son un síntoma subjetivo pero real. No causan sordera aunque por el contrario la pérdida auditiva si ocasiona acúfenos  y en  raras ocasiones es necesario realizar estudios para descartar tumores del sistema nervioso central.

Afortunadamente para la mayoría de los pacientes (95%) los acúfenos no son más que una molestia.

¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico de los acúfenos no es sencillo al existir tantas causas relacionadas. Se suele hacer una entrevista completa al paciente, que incluya información sobre su trabajo y exposición  a ruido, una exploración física completa, diferentes estudios audiométricos, analíticas sanguíneas y en algunos casos si la sospecha es alta, pruebas de imagen como el TAC o la Resonancia magnética cerebral.

¿Y el tratamiento?

Actualmente existen en el mercado múltiples medicamentos que prometen mejorar o curar los acúfenos, sin embargo ninguno de ellos ha demostrado ser claramente eficaz.

Se usan medicamentos que actúan a diferentes niveles como vasodilatadores, antihistamínicos, corticoides, antidepresivos etc..
SI el acúfeno se asocia con pérdida auditiva la adaptación de audífonos, mejora sustancialmente ésta percepción.

Otras  terapias que se llevan a cabo son las llamadas terapias de reentrenamiento que se basan en la habituación del paciente al acúfeno. Se utilizan sonidos de la naturaleza (olas del mar, canto de pájaros), fuentes de  ruido blanco, incluso sonidos cotidianos como la radio o la televisión;  en pocas palabras enseñan a reemplazar un sonido por otro más agradable.
Diferentes alternativas como el yoga, la acupuntura, sesiones de bioneuroemoción, terapias cognitivo-conductuales, de relajación y el ejercicio físico,  se presentan como una gran ayuda  dado el impacto emocional que tiene el acúfeno sobre los pacientes.

Es muy importante que tanto pacientes como profesionales entendamos que el manejo del acúfeno es Multidisciplinar.

Para terminar…Algunas recomendaciones
·                    No se alarme: Si es la primera vez que usted experimenta éste síntoma, sin una causa aparente. Mantenga la calma. Debe saber que ese sonido  que escucha es un síntoma no una enfermedad. Pero al igual que con otros síntomas, es conveniente que visite a un especialista.
·                    Vea a un especialista: Si ya lo ha hecho y no obtuvo una respuesta convincente. Acuda por una segunda opinión.  SI le han dicho que no hay cura para lo que usted tiene. Debe saber que existen múltiples tratamientos diversos y válidos. Por lo tanto siempre tendrá la oportunidad de mejorar.
·                    Un diagnóstico oportuno y preciso es siempre necesario pero un diagnóstico acertado no es fácil, por el contrario es bastante complejo. Así que tenga paciencia, controle su estrés, no se agobie. Los acúfenos causan estrés y el también el estrés puede provocar o aumentar los acúfenos, toda actividad para reducir el estrés puede ayudar a romper este circuito.
·                    Exponerse a sonido Intenso puede empeorar los acúfenos. Es muy importante, que si uno ya tiene acúfenos, tratar de evitar o disminuir exponerse a sonidos intensos.
·                    Evite el alcohol, la nicotina, la cafeína, el té pueden incrementar los acufenos, por ser estimulantes del sistema nervioso central.

Entrevista a Dra. Diana Lourido, Otorrinolaringóloga del Hospital de la Reina