martes, 27 de diciembre de 2011

Pensando en 2.0, trabajando en puntocero

La sociedad sanitaria actual aún no está preparada para vivir en ese 2.0 tan deseado por muchos de nosotros: historia clínica electrónica, receta electrónica, telemedicina, blogs médicos o consultorio virtual, son conceptos necesarios hoy en día en nuestra búsqueda de un nuevo modelo sociosanitario, más sostenible y mucho más participativo.

Los ciudadanos deben dar el paso que no dan las instituciones sanitarias y aprovechar el gran potencial que existe en nuestro entorno, de la mano de muchos profesionales que ya han avanzado desde la Web 2.0 a un estado de Salud 2.0.
Los pacientes tienen que jugar un papel muy importante en todo esto y no ser meros espectadores, tienen que "mojarse" por la evolución de su sistema de salud y por la optimización del modelo actual, un modelo muy mejorable y que tiene en las tecnologías a su mejor aliado, pues le proporcionan medios y soluciones eficaces.

Las instituciones sanitarias que primero pongan los mecanismos para adentrarse en el entorno de la E-Salud, tendrán un valor al alza en las próximas décadas.
Con todas las herramientas que tienen a su alcance, los gestores sanitarios podrán aumentar su productividad, tan sólo necesitan confianza.

Y nosotros, los profesionales sanitarios debemos establecer los mecanismos de colaboración necesarios y utilizar los ya existentes como un medio eficaz de compartir conocimientos. Tenemos las redes sociales, tenemos conocimientos: compartamos.
Debemos potenciar la formación entre nuestros "colegas" y buscar estrategias de trabajo en equipo a través de la red, poniendo los pilares para una relación bidireccional con los pacientes. 
Ahondar en las comunidades, en los blogs o en las redes de salud nos ofrece una visión nueva (o vieja) del concepto de "atención sanitaria", pues ahora más que nunca todas esas conversaciones que se producen a diario ( en 140 caracteres o más) nos proprorcionan un medio para la curación. Parafraseando al Sr. José Cabrera, "conversar es curar".

La sociedad sanitaria actual no está preparada para seguir viviendo en puntocero.


Vítor Pumariño Pérez
Responsable de Calidad 







viernes, 23 de diciembre de 2011

Higiene del sueño y Control estimular


La Higiene del sueño, es un procedimiento que intenta educar al paciente, para lograr hábitos de sueño más adecuados que faciliten el sueño.Y la Terapia de Control de Estímulos es una técnica, con el objetivo de maximizar la asociación entre el dormitorio y el sueño. El principio fundamental de la técnica es que todos los estímulos presentes en el dormitorio deben estar asociados con el sueño. Por ello, el objetivo fundamental es eliminar cualquier estímulo o actividad no asociados con el dormir y que interfieran con el sueño. 

   
1.     Normalización del Sueño

  • Mantener horarios de sueño similares todos los días (acostarse y levantarse a la misma hora). No importa el tiempo que haya dormido, ni la hora a la que se haya acostado.  Tratar de acostarse con los primeros síntomas de somnolencia.
  • No dormir la siesta, lo cual permitirá que se tenga más sueño por la noche.
  • No trasnochar.
  • No desplazar más de una hora el momento de levantarse los fines de semana.

2.     Alimentación adecuada

  • Evitar el café y el alcohol. En todo caso, beber leche caliente con miel.
  • No fumar, como mínimo dos o tres horas antes de acostarse. En este contexto, determinados estudios han demostrado que la nicotina tiene un efecto estimulante asociado a los problemas de inicio y mantenimiento del sueño.
  • Tomar una cena escasa y exenta de grasas, al menos dos horas antes de acostarse, sin demasiados líquidos.
  • En caso de despertarse por la noche, no comer, ya que en caso contrario se puede acostumbrar a despertarse cada vez que tenga hambre.
  • No ir a la cama con hambre. La  ingesta de una pequeña cantidad de alimento, como por ejemplo un vaso de leche, ayuda a muchas personas a dormir.

3.     Acondicionamiento del ambiente

  • Mantener una temperatura suave en la habitación, sin mucha ropa de cama.
  • Dormir a oscuras, sin radio ni televisión en la habitación.
  • No utilizar un colchón excesivamente duro.
  • Evitar dormir en habitaciones que puedan estar muy cerca de sitios ruidosos.
  • Retirar el reloj del dormitorio para reducir la ansiedad.

4.     Conductas facilitadoras del sueño

  • Hacer deporte moderadamente o pasear por la tarde ( al menos, tres horas antes de dormir); ya que si hacemos ejercicio en exceso antes de dormir puede dar lugar a un sueño poco reparador.
  • Evitar situaciones que le activen o impliquen emocionalmente (por ejemplo, discusiones, etc).
  • No realizar por la noche tareas que requieran mucha activación o concentración.
  • Tomar un baño templado antes de acostarse, así como escuchar una música suave o una lectura relajante.
  • Irse a la cama solo cuando tenga sueño.
  • Asociar la cama sólo con dormir, a excepción de la actividad sexual.
  • Establecer un conjunto de conductas rutinarias todos los días antes de acostarse que indiquen proximidad a la hora de dormir. Por ejemplo ponerse el pijama, cerrar la puerta, lavarse los dientes, colocar el despertador, beber un vaso de leche tibia, leer un poco, escuchar música suave, etc. Estas actividades deben realizarse todas las noches en el mismo orden
  • Si a los 20-30 minutos no concilia el sueño, levántese y vaya a otra habitación, quedándose tanto tiempo como se quiera ( puede realizar si desea alguna actividad que sea monótona y aburrida, hasta que empiece a dormirse). Si se despierta y no se puede dormir, no hay que intentar forzar el sueño. El truco es dejar de asociar la cama con el insomnio. Posteriormente vuelva al dormitorio para dormir.
  • Si no consigue dormir realice el paso anterior tantas veces como sea necesario a lo largo de la noche. 

Javier del Valle Cuadrado