jueves, 3 de octubre de 2013

ALZHEIMER...Mucho más que el olvido

Hace pocos días se celebró el Día Mundial del Alzheimer.  

De nuevo, pero nunca pasado de moda: por desgracia, cada vez son más los seres humanos que se ven afectados por esta enfermedad, consecuencia entre otras cosas de una mejor calidad de vida traducida en más años de peripecias vitales…y la ola que nos queda por recibir es comparable a la del tsunami que aparece de repente y barre todo a su paso. Así, si consideramos que el número de demencias en la población se duplica cada 5 años desde los 65, alcanzando hasta un 30% de las personas nonagenarias y miramos a nuestra pirámide poblacional, entendemos que la que nos queda por venir es una avalancha de mayor intensidad si cabe aún.

Frente a esto, nuestro Sistema de Salud no tiene la flexibilidad suficiente para atender las demandas que este tipo de pacientes originan, puesto que su enfermedad, cambiante y generalmente degradante en términos de persona y funcionamiento vital, obliga a una readaptación permanente de la actuación sociosanitaria…la línea de cadena asistencial es demasiado parcelada y chirriante, muy alejada del modelo asistencial en red o en círculo tan necesario en estos días: médicos de Familia (indispensables), geriatras, neurólogos, psiquiatras, nutricionistas, logopedas, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, trabajadores sociales, Asociaciones de Familiares..todos son parte necesaria e indispensable para participar de un proceso encaminado a un objetivo único: lograr hacer más llevadero el tránsito por un caminar regresivo al paciente y a las familias que andan-sufren-por una vereda cuyo camino nunca volverán a transitar otra vez. Qué mas dá quien lleve la batuta, mientras sepa lo que hace…las mejores sinfonías solo se tocan si todos los miembros de la orquesta están en la misma onda.

Mientras tanto, la gente de la calle puede ayudar de diversas maneras: fomentando la asociación de familiares afectos, contribuyendo a la difusión del conocimiento de la enfermedad no en sus aspectos médicos, sino en las repercusiones y problemas del día a día que aparecen a fin de ayudar a otras familias a entender lo que sucede y lo que está por venir. Fomentar los encuentros entre personas mayores a fin de socializarlos, ya que el riesgo de exclusión (bien por limitaciones físicas o sensoriales) es evidente; confortar y revestir de la mayor dignidad humana posible a esas personas que poco a poco irán perdiendo su rol tan ganado a lo largo de los años, para hacerles saber que no están solos,a pesar de los gritos, los llantos y la desesperanza que embarga a los cuidadores de estas personas, verdaderos héroes anónimos del día que no salen en los Telediarios de las tres, pero que ayudan a que este país salga adelante con su sacrificado esfuerzo…por ellos, por sus familias, un silencio respetuoso y una inclinación de cabeza a modo de homenaje a esos héroes que día a día pelean contra un enemigo hoy por hoy superior sin volverle la cara en ningún momentos. Es su día: disfrútenlo…se lo han ganado, cojones.

Dr. Ánger Fernández