martes, 20 de agosto de 2019

Hipotensión en días calurosos


El calor puede ser causa de cifras de tensión baja, lo que puede afectar tanto a personas diagnosticadas de hipertensión arterial como a normotensos.

En el primer caso: personas sin problemas previos con la tensión es importante la adecuada hidratación. Si se produjera un mareo, cansancio y pesadez de cabeza (todo ello posibles síntomas de hipotensión) se aconseja tumbarse, elevar un poco las piernas y si es posible tomar algún alimento rico en sal (aceitunas, jamón serrano...)


En caso de que la hipotensión la sufra una persona en tratamiento por hipertensión los consejos son los mismos, pero además se aconseja que estos pacientes hagan un control más exhaustivo de la tensión arterial ya que podría ser necesario un ajuste del tratamiento.

Las personas con hipotensión  pueden experimentar cambios que conviene conocer para evitar las posibles consecuencias negativas en su salud.  Por ello es importante saber que la presión arterial no es tan estable como se suele pensar, sino que experimenta variaciones frecuentes, por ejemplo entre el día y la noche, donde puede haber  un descenso del más del 10%.

La época del año también ejerce una influencia importante debido al efecto vasodilatador del calor, ya que en los meses de verano la presión arterial puede ser más baja que en los meses fríos.
Por ello, si estamos en tratamiento con fármacos para la hipertensión pero objetivamos cifras bajas de tensión arterial, debemos consultar con nuestro médico.

PRINCIPALES SÍNTOMAS DE LA HIPOTENSIÓN

Un día de calor puede facilitar el descenso brusco de la tensión arterial, cuadro conocido como hipotensión, que genera algunos síntomas muy fáciles de identificar:

-       Decaimiento
-       Pesadez
-       Vértigos, mareos y náuseas
-       Sensación de agotamiento y atontamiento
-       Dificultad en la respiración
-       Palpitaciones
-       Rigidez en la zona de la nuca

CONSEJOS PARA MANTENER UNA TENSIÓN ÓPTIMA

- Comer de forma saludable. Prestando especial atención a las frutas, verduras y pescados.
-  Hidratarse convenientemente, ingiriendo un mínimo de dos litros de agua al día.
-  Evitar la sal.
-  Ser constantes con el tratamiento.
-  Evitar el tabaco y consumo de alcohol en exceso.
-  Hacer ejercicio de forma regular fuera de las horas donde el calor es elevado.
-  No comer en exceso y evitar los alimentos con mucha grasa.

Ante cualquier duda, consulta con tu especialista. Estamos para ayudarte!

Dra. Miriam Cimas. Medicina Interna.

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