Uno de los mayores problemas con
el que frecuentemente nos encontramos en la consulta de Demencias es la falta
de estimulación que (en muchas ocasiones) estos pacientes sufren. Ya sea por la
falta de hábitos previos (¡cuántos de ellos aprendieron duramente a escribir y
a leer como mucho!) o, simplemente, por pura vagancia (ya saben, eso de, “a mis
años…¿dónde voy haciendo cuentas?), el hecho es que muchos limitan el
tratamiento a tomarse la medicación (parche/sobres/pastillas/jarabe) que se les
prescribe y adiós muy buenas.
Desde mi punto de vista, es un
error: está comprobado que los tratamientos “antidemencia” tiene una eficacia
modesta, con lo cual, pensar que con eso “uno está cubierto”, constituye una
verdadera temeridad. Si me permiten poner un ejemplo más conocido: si a uno le
dice el médico que tiene “más de doscientos de colesterol malo”y le pone la
pastillita para bajarlo, ¿se conformará con tomarla y ya está o intentará comer
un poco menos y caminar más?. Pues lo mismo sucede en las demencias…
Por supuesto, no es fácil: muchas
veces la falta de tiempo (tan frecuente en nuestra sociedad caótica y
acelerada), la falta de formación de los cuidadores y de información acerca de los
diferentes recursos que pueden usar para estos casos, la poca colaboración en
ocasiones del enfermo, unido a la ausencia de actividades estandarizadas que
puedan emplearse lo ponen realmente difícil. Y es una pena: se ha comprobado
que las llamadas terapias no farmacológicas (TNF) mejoran aspectos de
funcionamiento cerebral, anímicos y de calidad de vida, no sólo en el paciente
sino también el cuidador.
Por todo ello, permítanme una
sugerencia: si tienen un familiar con demencia, acudan a las cada vez más
numerosas asociaciones de enfermos (prefiero decir familias) con demencia que
florecen en las ciudades; infórmense acerca de lo que es la enfermedad, de cómo
se puede afrontar, de los posibles síntomas que pueden aparecer y cómo
llevarlos. Participen en los cursos de formación; dejen que su
padre/madre/marido/esposa haga faenas en casa o ayude a actividades de la vida
diaria como compra, lectura con nietos..etc. Al fin y al cabo, tienen demencia,
pero son personas con su rol y que pueden ser útiles en muchos aspectos del día
a día. Y por supuesto, trabajen con ellos: a veces con música si eran
aficionados a ella previamente, bien con fotos que permitan evocar tiempos
pasados…paciencia, imaginación y sobre todo…saber pedir ayuda a tiempo: ayudará
a evitar o paliar tristezas.
PD: aquí les dejo diversos
enlaces de diferentes sitios web relacionados con páginas que ofrecen
información sobre la enfermedad, ejercicios para los pacientes o ambos. Espero
les sea útil.
http://www.esteve.es/EsteveFront/CargarPagina.do?pagina=par_estimulacion_cognitiva.jsp&div=par
(permite descargar cuadernos con diferentes actividades de modo gratuito).
http://mural.uv.es/pamuan/DOCUMENTOS%20UTILES/reminiscencias.pdf
(incluye un material donde a partir de unas imágenes de objetos que aparecen en
una habitación se realiza terapia de reminiscencia).
http://www.fundacio1.lacaixa.es/webflc/wpr0pres.nsf/wurl/alndream1pcos_esp%5EOpenDocument/
(este enlace de la Caixa les permite tener acceso a libros descargables donde
se recoge información acerca de la enfermedad, tanto a nivel cognitivo como de
conducta, así como técnicas de intervención y material para trabajo).
http://www.fundacioace.com/es/alzheimer-la-memoria-esta-en-los-besos-2/
(excelente monografía de la Dra. Mercé Boada, que tanto bien hace junto con su
grupo de trabajo en la Fundació ACE).
Dr. Ángel Fernández
Neurólogo Hospital de la Reina